Eduardo Reyme Wendell, en este
apretado volumen de versos, con un lenguaje fresco y desenfadado, transita por
uno de los temas más característicos de la poesía: el ruego amoroso que cabe
parangonar con el inicio de la vida. El hombre llama a la mujer como las aves
machos a las aves hembras, el lenguaje del varón semeja a las plumas coloridas
de los seductores de los aires. El amor más intenso empieza con palabras, con
miradas, con gorjeos. Las aves cuando se aman parecen ser humanos, y los
hombres y las mujeres que se abrazan se semejan a los pájaros. Y estos
acercamientos de hombres y mujeres o de pájaros, se hacen en ambientes
naturales o en espacios culturales que los seres humanos han creado. La poesía
de Reyme, cadenciosa y celebratoria, invita a la mujer al abrazo pleno. Y es el
amor como el poema, está siempre en los principios, es siempre celebratorio, es
una víspera de lo que vendrá: la cópula inevitable y deseada con fervor. La
poesía es una caricia, una exploración, algo que está en la mente y en la punta
de los dedos. Serena y atrevida, esa contradicción, la poesía de Eduardo Reyme
llama la atención por la lograda factura de los versos que combinan profunda
sensibilidad con inteligencia. (Marco Martos)
Viernes 24 de julio, 12:00 p.m,
auditorio Clorinda Matto de Turner (CMT)
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